Apertura curso AULAS FORMACIÓN ABERTA
ERNESTO PEDROSA
Compañeros de mesa, autoridades, profesores, alumnos, amigos…
Buenas tardes,
Agradezco profundamente poder acompañarles en este acto, en el que más importante que los años de la vida es la vida de los años. Alineado con ese espíritu, el Consello Social que presido comparte y acompaña a las Aulas de Formación aberta en sus inquietudes y sus ansias. Era inevitable estar hoy aquí, y a ese honor quiero corresponder con unas breves reflexiones.
Cuando el Barómetro universidad-sociedad 2015 les pregunta a los estudiantes universitarios cuál debería ser la prioridad inversora de las administraciones cuando se habla de calidad de vida, dicen de forma destacada que la Educación, y a continuación la Sanidad. Y esto es así durante los últimos años.
Y añado un dato más: las últimas estadísticas apuntan una tendencia en la que descienden los alumnos universitarios mejores de 25 años y son cada vez más los mayores de 30. Y en este registro, la Universidad de Vigo sobresale en el mapa español, junto con la de Valladolid.
Quiero decir, con lo expuesto, que este acto adquiere valor, volumen y categoría de acontecimiento relevante y cita obligada. Porque ustedes mismos son el más valioso argumento y la mejor garantía de que la universidad y la sociedad avanzan por el camino correcto. El acercamiento que ustedes hacen a la educación superior transforma la existencia misma de las universidades, ensancha su legitimidad social y determina en buena medida su rentabilidad pública. A través de ustedes, en esta época de vacíos, la universidad se convierte en un sentimiento vertical dentro de la sociedad y en una forja de valores saludables para la convivencia y la calidad de vida de todos nosotros.
Y con ustedes contribuirá a fortalecer la base cívica de nuestra sociedad y abrirá caminos para evitar desigualdades en la vertiginosa sociedad del conocimiento, para resolver problemas reales, para crear espacios para la reflexión y la creatividad en una sociedad justa y de progreso, y para la mejor comprensión del complejo mundo que habitamos.
Así que aquí estamos, para complementar los modelos educativos y para fraguar ciudadanos responsables, instruídos, capaces, solidarios, libres y comprometidos. Y en ellos, y con ellos, (es decir, con ustedes) la sociedad reconocerá mejor a su Universidad y le otorgará la confianza y el apoyo que tanto necesita. Especialmente en estos momentos en los que están cambiando sus fundamentos y necesitan descubrir una versión nueva y útil y que aprendamos a mirarlas de otra manera.
Constatamos también aquí que cada vez en mayor medida los ciudadanos reclaman otros modelos educativos, más flexibles y adaptados a las nuevas circunstancias vitales. La sociedad, plural y diversa, irrumpe con fuerza en la búsqueda del conocimiento y desborda los cauces convencionales hasta ahora conocidos. Y las universidades comienzan a anticipar respuestas. Los programas comienzan a adecuarse a las necesidades de un mayor número de personas, y en particular a las inquietudes de la población adulta, que demanda formación en la etapa intermedia de su vida laboral, por necesidad profesional o por el simple y puro placer de saber más.
La Universidad está, verdaderamente, ante un gran cambio. Y con ella la sociedad. En ese escenario, ustedes son los grandes actores de este tiempo.
Con su llegada, ustedes ayudaran a la universidad a adquirir y cultivar una reputación absolutamente necesaria para su supervivencia. Ustedes nos han hecho entender que la docencia de “talla única” ya no es válida para este mundo digital ni para atender la creciente y novedosa demanda de educación superior.
Todo mi reconocimiento a las Aulas de formación aberta, personalizadas en su presidente, Fernando Devesa; y en su vicepresidenta, Marina Troncoso, autora de una interesante ponencia sobre los mayores en el marco de la UE.
Y termino…
Ustedes, son hoy aquí y sobre todo, alumnos, pero no olvidamos que también son en sí mismos un centro de conocimiento y de testimonio de extraordinario valor, son una fuerza docente ilustrada por fructíferas trayectorias y responsabilidades, por brillantes curriculums profesionales o por acreditadas y excelentes experiencias prácticas.
Y por sus condiciones, ustedes son también prosumidores, ese término que acuñó el escritor estadounidense Alvin Toffler en 1980, cuando sintetizó en una sola las palabras consumidor y productor. Muy importante porque ya no son solo consumidores, ahora pueden convertirse en informadores, en creadores de contenido, con el gran poder que eso comporta por la influencia que pueden llegar a tener en su entorno esos contenidos o esos comentarios que ustedes mismos produzcan.
Así que de ustedes, que vienen a la universidad a aprender, tendremos que aprovechar que también vengan a enseñar.
Muchas gracias.