Discurso del Presidente del Consello en las jornadas “SPECIAL TAX ZONE”
Buenos días
Me complace tener la oportunidad de saludarles y también darles la bienvenida a Vigo y a esta llamada de una universidad joven y comprometida. Pero fundamentalmente quiero decirles que les agradecemos su presencia en estas jornadas, al tiempo que reconocemos los méritos y esfuerzos dela profesora Ana MaríaPita por conseguir reunirles aquí. Y les explico por qué acudo a este acto con un declarado ánimo de gratitud.
Como presidente de la Universidad de Vigo y de su Consello Social, creo que entre los mayores valores a los que debe aspirar una universidad están el reconocimiento, el aprecio y la confianza de la sociedad quela sostiene. Porqueahí es donde se juegan sus resultados y sus recursos. Las universidades se acercarán a sus objetivos cuando la sociedad las entienda, las integre, las quiera y las sienta útiles.
Y encuentros como este abonan ese sentimiento. Porque la educación se convierte en una tarea social, y en un principio activo para la mejora de la calidad democrática. Y porque revelan que un sistema educativo eficiente, necesariamente contiene como esencia la obligación de ayudar a avanzar. Por tanto, la universidad hace bien cuando interviene en los procesos educativos abiertos fuera de las aulas. En actos como este en los que es posible debatir, descubrir, compartir, liderar saber, abrir caminos y forjar nuevos modelos.
Y en ellos, y con ellos, (es decir, con todos ustedes) la sociedad reconocerá mejor a su Universidad y le otorgará la confianza y el apoyo que tanto necesita. Así que es en estos escenarios en los que queremos encontrar a la universidad, en caminos tan acertados como el que hoy nos reúne aquí, para que sea percibida como una marca útil y generadora de valor, capaz también de proporcionar calidad de vida, mejores conductas, oxígeno moral, certezas y dinámicas positivas. Son estos actos estos sustentados en la indudable autoridad del mundo universitario a la hora de convocar y de formar, en los que se construye conocimiento nuevo, saberes que no se pueden estudiar en las aulas, formación que nos hará mejores a todos y nuevas prácticas que –si ya de por sí son valiosas- en los campos en los que estudian o trabajan ustedes se transforman en avances inestimables para la convivencia.
Estamos ante un nuevo escenario histórico, en el que la universidad ha de asumir su liderazgo y ha de redefinir un nuevo modo de relacionarse con su entorno. En esa línea, actos como este son extraordinariamente valiosos. En los que la investigación y la transferencia que nace en la universidad convierta a la institución en agente de innovación, de producción y de sostenibilidad…pero sin olvidar nunca la labor de cohesión social que también corresponde a la educación superior; para evitar desigualdades en la vertiginosa sociedad del conocimiento; para dar respuesta a problemas reales; para crear espacios para la reflexión y la creatividad en una sociedad justa y de progreso; para la mejor comprensión del complejo mundo que habitamos; y para crear escenarios nuevos y desterrar prácticas democráticamente inadecuadas.
Y desde la sociedad queremos estar atentos y estimular estas aportaciones porque el sistema universitario público ha sido clave en momentos críticos y en los cambios de época, y volverá a serlo. Debe volver a serlo. No es solo por el empleo, no es solo por la economía, es también –y sobre todo- por el valor social del conocimiento, donde las universidades tienen ahora el mayor reto para influir en el modelo de mundo que está por llegar, porque toda evolución y avance social se debe al conocimiento, justamente lo que las universidades forjan sin distinción como una gran factoría de esperanzas y soluciones. Una factoría abierta, innovadora y crítica.
Por todo ello les confieso que me complace y me enorgullece estar en este acto. Primero, porque otorga máxima importancia y confianza a las personas, a sus conocimientos y a sus bondades, y porque abre el debate y nos aproxima a zonas poco transitadas pero muy necesarias para convivir. En segundo lugar, porque una simple lectura del programa refleja que dolencias de las Special Tax Zone están bien identificadas, y que serán tratadas desde posiciones de reconocido prestigio y con potencia investigadora. Y finalmente, me enorgullece también porque afronta con determinación la búsqueda de alternativas responsables en campos necesitados que la universidad no descuida.
Así es que aquí se va a fraguar una contribución generosa y de extraordinario valor, que coloca a la Universidad –a excepción hecha de sus obligaciones- en la más alta de sus responsabilidades y prestaciones: la búsqueda constante de formación plena; en la generación de ideas, soluciones y valores nuevos, responsabilidad social, capacidad crítica, potencia de pensamiento y profesionales competentes y resolutivos.
Abordan ustedes una temática de alta complejidad y exigente especialización. Y eso pone mayores esperanzas en Jornadas como esta, porque las coordenadas que se aportan y el magisterio y prestigio que se concentra aquí, nos sitúan ante un reto académico que será beneficioso para ustedes, pero mucho más los que estamos fuera porque el conocimiento y el aprendizaje siempre son fructíferos y contagiosos si se comparten, y porque -al igual que los valores- una vez compartidos se proyectan y se extienden a la sociedad en su conjunto.
Son, pues, muchos los beneficios que ustedes nos proporcionan con este proyecto que, además, pone en juego a una parte de los más brillantes investigadores de la UVigo.
Soy de los que confían en la universidad como fábrica de soluciones. Provengo de esa parte de la sociedad que otorga singular importancia a las universidades en nuestro destino, y a los foros que estimulen y faciliten el debate, la reflexión, el análisis y el aprendizaje para saber vivir juntos. Por eso apoyaré siempre la creación de espacios de encuentro, como el que nos reúne hoy aquí.
Y termino. Sepan ustedes que mucho más lejos del reconocimiento que le debemos, va aún nuestra esperanza en sus razones y saberes. El agradecimiento que les debemos solo puedo compensarlo con el deseo de que disfruten de su estancia. Muchas gracias.