Buenos días: gracias por su participación.
Iniciamos el cuarto pleno del Consello Social en apenas tres meses, de nuevo telemático, para responder debidamente a los plazos y expectativas que demanda la actividad universitaria y la incesante toma de decisiones en un contexto extraordinario, en el que donde antes convivían las certezas con las responsabilidades, ahora son las intuiciones las que determinan las decisiones en un territorio de responsabilidades aún mayores.
Probablemente la universidad esté protagonizando una de las mayores transformaciones de su larga historia. Todas las reflexiones, los análisis, los consejos, las recomendaciones, las críticas, las exigencias y las múltiples teorías que empezaban a saturar la resistencia de la estructura universitaria durante la normalidad, han mudado de repente, y tanto el proceso al que está siendo sometida como sus consecuencias son imprevisibles. Esa perspectiva alimenta tanto el optimismo como las sombras sobre el futuro de la universidad y su modelo. Y lo que resulte, dependerá en buena parte del acierto de las decisiones que se tomen ahora.
En los últimos plenos hemos tenido abundantes explicaciones del Rector sobre cómo se está gestionando esta anomalía temporal. Y hoy tendremos nuevos datos de los que poco más podemos esperar que buen tino.
En ese horizonte, me parece relevante el reciente estudio que concluye que solo una de cada tres universidades españolas disponen de una estrategia de transformación digital. Las conclusiones del informe, elaborado por la Conferencia de Consejos sociales y la Red de Fundaciones universidad-empresa, analiza que están haciendo las universidades para enseñar a los jóvenes a desenvolverse en un futuro incierto. Y la COVID-19 ha descubierto la imperiosa necesidad de acometer este reto de forma inmediata.
La mayoría de las universidades españolas son conscientes de que deben cambiar el enfoque de la enseñanza al aprendizaje, pero han optado más por modelos de optimización que de disrupción. El estudio también pone de relieve que el reto de la transformación digital es esencialmente cultural, porque va de personas, no de tecnología, por lo que es necesario adecuar a nuestro tiempo las estructuras y las culturas universitarias, introducir cambios drásticos en las metodologías de enseñanza, ofrecer formación a diferentes perfiles de estudiantes, incorporar nuevas herramientas docentes e integrar nuevas tecnologías con las existentes… “Y todo ello –como dijo el presidente de REDFUE– introduciendo la variable de la velocidad, enemigo tradicional de la universidad”. El estudio recoge algunas recomendaciones para dar este salto, y lo tienen ustedes a su disposición en la web del Consello Social.
Respecto a la temática académica que motiva este Pleno, quiero destacar una certeza: que la UVigo ha cubierto ya en la preinscripción 43 de sus 69 másteres, el doble que el pasado curso, con algunas especialidades de Magisterio que registran hasta 10 peticiones por plaza. Entre las posibles razones estarían la rebaja de los precios, la mayor tasa de aprobados en los Grados y a que muchos estudiantes prefieran quedarse en la Comunidad. Y en cuanto a los Grados, las previsiones son que la matrícula roce la plena ocupación, según estimaciones del vicerrector de Organización académica, Manuel Ramos, al que agradezco su presencia en este pleno.
Quiero informarles también que -para complementar la serie de estudios de inserción laboral del antiguo alumnado de la UVigo-, el Observatorio de egresados, que dirige Luis Espada, ha concluido la etapa de captación de datos de la Encuesta sobre el impacto laboral de la actual crisis por la pandemia, que abarcan a aquellos egresados de todas las titulaciones y promociones que ejercen sus profesiones en Galicia, en otras Comunidades Autónomas y en el extranjero, con el objetivo de analizar y cuantificar las diferencias observadas entre ellas debido a la variación de la situación sociolaboral antes y después de la actual crisis. A la espera de poder concluir el análisis pormenorizado de todas estas variables, a modo informativo, les adelanto que, entre los meses de marzo y junio, la tasa del desempleo pasó del 4.7% al 9,3%; durante la crisis un 54% realizó el teletrabajo o trabajo remoto; y hasta un 34,3% de personas encuestadas refirió la existencia de algún caso de contagio en su empresa o en su entorno laboral. Este estudio estará también próximamente en la web del Consello Social.
Y en este contexto termino ofreciendo al Rector y a su equipo de gobierno las capacidades, relaciones y experiencias del Consello Social, y también recursos económicos para iniciativas que favorezcan a los alumnos, prioritariamente para dotar las que se orienten a facilitar el acceso a la formación y al conocimiento, para los estudiantes que sufran circunstancias familiares adversas sobrevenidas con carácter excepcional, o de cualquier otra característica que favorezca la igualdad de oportunidades.