Buenos días.
Decía hace un año que de la crisis debemos sacar conclusiones positivas. Las universidades han ejercitado una potente capacidad de reacción (y Vigo es un buen ejemplo). Hacia cualquier lugar al que miremos buscando respuestas o posibles soluciones, encontraremos a la universidad. Por eso creo que el momento de mirar hacia las inversiones públicas en educación, hacia el talento, hacia la investigación o hacia el mecenazgo, es ahora. Porque la recuperación económica post-covid pasa por profesionales bien formados.
Y quiero volver a esta reflexión porque es un momento especial, extraordinariamente especial para el futuro de la universidad pública. Por los intentos -hasta ahora frustrados- de crear una nueva LOU, por el contexto favorable y la mayor receptividad a financiar la enseñanza superior gallega, por el cambio generacional de profesorado, por la aparición de universidades privadas, por la prevalencia en el primer plano de las urgencias sociales de la ciencia para atajar la epidemia, por el cambio del modo de trabajar y de enseñar, y por la mayor identificación de las universidades con las necesidades colectivas, con las necesidades sociales y con la transparencia.
Que la universidad, varios siglos después, está ante su mayor refundación es un hecho. Y a los Consejos Sociales nos corresponde encender luces, primero de situación para evitar daños imprevistos; y después largas, para aminorar riesgos en un trayecto que necesita cada vez mayor velocidad de cambio.
En este pleno abordaremos algunos de estos asuntos y otros vendrán más adelante:
-La presentación de un presupuesto récord que roza los 200 millones y que podría superarlos con los fondos europeos esperados. Un presupuesto en el que la partida de la Xunta representa cada vez menos (el 61,3% del total para 2022 frente al 63,1% del 2020), lo que evidencia la capacidad de la UVigo para atraer recursos externos. Recojo aquí las felicitaciones hechas desde la Comisión económica que ahora preside Juan M. Vieites, al equipo rector de la UVigo, en este caso por la gestión económica y de personal que está desarrollando.
-La desascripción de la UVigo del Instituto superior intercontinental da empresa (IESIDE), pospuesta por este Pleno durante los últimos dos años y medio, a la espera de un convenio consensuado y de buenas intenciones entre la UVigo y Abanca -aspiración secundada por el Rector- en el que se protegiera especialmente la situación y los derechos de los alumnos actuales. Creo que el documento que viene hoy aquí lo hace.
-Es una gran noticia que las universidades gallegas vean incrementada su financiación en un 20%. Hasta los 3.200 millones de euros en el período 2021-2026. El Rector, avanzó ya en declaraciones públicas que el acuerdo es bueno porque permitirá a las universidades jugar importantes papeles en el desarrollo del país. El nuevo Plan, firmado por la Xunta y los rectores gallegos, tiene a mi juicio dos aspectos clave: el decidido apoyo a la ciencia y la investigación, y la obligación de rendir cuentas a la sociedad. Y no hay que olvidar en este punto que el coste por alumno de Grado en Galicia supera los 9.300€, frente a los 7.500 del conjunto de las autonomías.
Y también me parece destacable que las universidades reciban más fondos en función del éxito de sus estudiantes, y uno de los criterios será que la tasa de cambio de carrera o de abandono de los estudios sea baja, un problema sobre el que volveremos a solicitar al equipo de gobierno información y medidas de choque previstas, tal y como pide la Xunta, porque representa un problema de pérdida de recursos públicos y de frustración de expectativas personales de una generación.
-Un asunto que espero venga lo antes posible a informe de este Pleno es el Máster de Aeronáutica exclusivo en el Campus de Ourense, después de dos años de negociaciones fallidas con la Universidad de A Coruña. Es evidente el esfuerzo del equipo de gobierno y del Rector por cerrar el camino a ninguna parte seguido hasta ahora. Espero que en el primer pleno de 2022 pueda ser informada la Memoria del Máster, que deberá ser enviada a la Xunta antes del 30 de abril para que el título pueda ser ofertado el próximo curso. La decisión final quedará, pues, en la posición que adopte la Consellería, pero el cambio de planteamiento desde esta universidad abre serias esperanzas, y sobre todo reporta la tranquilidad de que todo lo que se puede hacer, se hace.
-En el campo de la sensibilidad social y la responsabilidad quiero resaltar dos hechos.
De una parte, el Premio UVigo Humana que promueve este Consello Social y que es una maravillosa referencia iconográfica de la universidad y de su valiosa capacidad para estar y promover la solidaridad, la cooperación y los valores, y de su vocación por tejer una sólida malla de sensibilidad y afecto con el entorno.
En esa militancia altruista reconocemos a la universidad. Acabamos de entregar los premios de este año, con el apoyo imprescindible de la vicerrectora Maribel Doval y de Henar Quintas desde el ärea de Responsabilidad Social y Cooperación. Por ello, más que felicitarles, quiero felicitarnos agradecer el trabajo de los premiados. De la Coordinadora galega de ONGD para el Desarrollo. Por sus 30 años de trayectoria; por su demanda constante de una política gallega de calidad en el mundo de la cooperación, creando un movimiento gallego cohesionado en este campo, con 50 sedes y 23 mil colaboradores. Y porque todas las entidades integradas en la coordinadora afrontan grandes desafios globales, con proyectos en países de América Latina, Africa y Asia..
Y también de la ONG AIRE (Asociación integral de rescate de emergencias). Por su ayuda humanitaria a personas vulnerables en situación de desarraigo, refugiadas, víctimas de conflictos o forzadas a migrar. Alivian el sufrimiento y protegen la dignidad humana de los desposeídos de sus derechos más elementales.
Y de otra parte me detengo brevemente en la Declaración institucional que acaba de hacer la UVigo, en su último Consello de goberno, en la que muestra su decidida voluntad de combatir el fraude, la corrupción y los conflictos de interés en la gestión de fondos públicos. Para eso se compromete a implementar la mayor exigencia en el cumplimiento de las normas jurídicas, éticas y morales, y respetar los principios de integridad, imparcialidad, objetividad y honestidad. El objetivo es, en resumen, hacer hermética a la UVigo ante cualquier intento fraudulento, y poder ser percibida externamente y ante sus operadores como opuesta a cualquier forma de fraude o corrupción. Es altamente saludable esta declaración, que suscribimos, aplaudimos y convierte a la UVigo en marca de confianza y de buenos propósitos.
-Un último apunte para el intento de consensuar la redacción de una nueva LOSU. Ya antes de la dimisión del ministro, algún consejero de este pleno había echado de menos un pronunciamiento y el estudio por parte de este Consello Social del texto inicial del anteproyecto. Siempre mantuve que el proyecto era todavía frágil para ser analizado a fondo, no era difícil intuirlo visto el rechazo general de partida al documento. En estos meses ha habido cambios sustanciales en las diferentes propuestas remitidas desde el Ministerio, la última a finales de octubre, que siguió recibiendo un rechazo importante, entre otros de la CRUE, de los estudiantes y de los Consejos Sociales.
No esperaba ya que la fragilidad llegase hasta la dimisión del ministro de Universidades. Pero en ese punto estamos, con mayor provisionalidad todavía y mayor incertidumbre sobre qué ocurrirá con el anteproyecto.
Las últimas noticias indican que la salida de Castells no cambiará la agenda significativamente porque la aprobación de la ley es un compromiso con Bruselas cara a los fondos europeos. Es decir, renegociar el texto de la LOSU hasta finales de enero o principios de febrero, para pasarlo al Consejo de Ministros. Y que pueda quedar aprobada dentro del primer semestre de 2022, a la vez que la reforma de la Ley de la Ciencia. En lo que concierne a los Consejos Sociales, el documento está muy lejos de lo que se pedía desde la Conferencia, pero el Secretario general de Universidades ya adelantó que “será difícil introducir cambios sustanciales” y que a ver si se puede intentar durante la tramitación parlamentaria. Creo que, por el momento, poco más puedo añadir con garantías de que tenga recorrido.
Quiero dejar constancia del cese de Daniel Couto Cancela como representante de los alumnos en el Consello Social. Su sustituto ya ha sido elegido en Consello de goberno, y la Consellería de Educación acaba de hacer público su nombramiento en el DOGA. Le recibiremos en el próximo pleno. Mi agradecimiento a Daniel por su interés y aportaciones durante el tiempo que estuvo con nosotros.
Y termino. Además de la Memoria 2020 y la agenda 2022 que se les entrega hoy, verán también una publicación impreso-digital del estudio promovido por el Consello Social sobre el impacto de la pandemia entre los egresados de la UVigo en el mundo.
También las interesantísimas conclusiones del Barómetro de la empleabilidad de la UVigo, bajo la perspectiva de los empleadores, asimismo patrocinado por el Consello Social. Y el revelador informe sobre las prácticas académicas externas de los estudiantes, por sectores empresariales y titulaciones, abordado desde distintos indicadores. Esstos dos últimos trabajos permiten tener una valiosa y documentada radiografía desde cómo se percibe y se aprovecha el conocimiento generado en la UVigo, a cómo se acercan los estudiantes al mercado laboral o su capacidad de resolver bajo presión.
Veánlos y léanlos. Estas fechas pueden ser propicias para que conozcan una universidad que guarda muchas sorpresas y tienen aún muchas cosas por descubrir.