Dos consideraciones para abrir esta sesión formativa y darles la bienvenida:
Por una parte, a LOSU, en su artículo 47, asigna a los Consellos Sociais la función de velar por el cumplimiento de los principios éticos y de integridad académica, así como de las directrices antifraude. Los Consellos convenimos que velar debe entenderse cómo control efectivo y real, aunque admitimos que es susceptible de interpretaciones. Esto supone que si no funciona el compliance dentro de la universidad, la responsabilidad pasa a ser del CS.
Por otra parte,en el plan de medidas antifraude aprobado por Resolución del rector de esta universidad, de 10 de febrero de 2022, se habla de formación antifraude. En el “Artículo 5. Xerencia” dice: Sin perjuicio de las funciones comunes que tiene encomendadas, en ejecución del Plan de medidas antifraude, corresponderá a la Xerencia el ejercicio de las siguientes funciones:
1a. Planificar y programar las actividades de formación al personal que se establecen como medidas de prevención.
A su vez, en el cuestionario para la evaluación del riesgo de fraude, existe una pregunta que dice claramente:
6. Se imparte formación que promueva la Ética Pública y que facilite la detección del fraude?
De todo el dicho, y porque la cultura de compliance en las universidades públicas necesita incentivos, es por lo que surge la necesidad de planificar formación periódica y ponernos a trabajar en esta dirección. Empezando por una formación obligatoria que las universidades deben tomar en serio, sobre todo las que participan en la ejecución de los fondos europeos a través del PRTR. Porque el rechazo de las praxis fraudulentas debe ser sistémico, metodológico y proactivo. Y se debe hacer desde el mayor conocimiento posible.
Por eso optamos por proponer a la gerente esta jornada de formación para responsables universitarios, gestores, personal directivo y cuadros técnicos, sobre prevención del fraude y los conflictos de interés, para que adquieran capacitación para identificar y responder a los casos en los que se materialicen esos riesgos, además de unificar criterios y compartir experiencias. Y aquí estamos. Para que la universidad no sea un ecosistema aparte.
Con esta convocatoria, desde el Consello queremos difundir que estamos implicamos en este aprendizaje como parte de nuestra tarea de rendición de cuentas y de supervisión de las actividades económicas de la universidad. Ahora tenemos también el deber de ser diligentes con las nuevas competencias que nos otorga a LOSU de alejar irregularidades, incluso las excepcionales o las pequeñas. Es tiempo de transmitir que la ética es la mejor herramienta para comportarnos conforme a derecho. Evitar el delito, sí; pero aspirando a algo más.
Bien. Los ponentes son dos expertos reconocidos en este campo. Muy reconocidos. Mismo didácticos y entretenidos. Y los presentes, sólo por el hecho de asistir, acreditan ser responsables. Muy responsables. Se lo agradezco. Se lo agradecemos, porque necesitamos profesionales expertos y con formación específica, para transmitir que en la universidad hay una altura corporativa, normas y valores. Y una reputación que defender. Sin olvidar que la ética es de las personas, no de las organizaciones.
Gracias a todos por compartir el afán de hacer la mejor UVigo posible. Gracias a la gerenta, Yolanda, por facilitar el camino. Y gracias a los ponentes, Antonio y José Ramón, por venir a contarnos cómo.
Se pude leer la intervención del presidente del Consello Social en la inauguración de la Xornada