Hace tres semanas hemos organizado un Seminario sobre las medidas para la prevención del fraude y de los conflictos de interés. Me parece de interés transmitirles que los CS estamos llamados a entrar de lleno en ese zarzal, terreno espinoso como pocos.
La LOSU, en su artículo 47, asigna al CS la función de velar por el cumplimiento de los principios éticos y de integridad académica, así como de las directrices antifraude. Los CS convenimos que velar debe entenderse como control efectivo y real, aunque admitimos que es susceptible de interpretaciones. Esto supone que, si no funciona el compliance dentro de la universidad, la responsabilidad pasa a ser del CS.
Por otra parte, en el plan de medidas antifraude aprobado por Resolución del rector de esta universidad, de 10 de febrero de 2022, se habla de formación antifraude, de la obligación de Planificar y programar las actividades de formación al personal que se establecen como medidas de prevención para promover la ética pública y facilitar la detección del fraude.
Esa es la razón por la que -de la mano con la Gerencia- hemos promovido el acto. Porque surge la necesidad de planificar una formación periódica y obligatoria que las universidades deben tomarse en serio, sobre todo las que participan en la ejecución de los fondos europeos a través del PRTR. Porque el rechazo a las praxis fraudulentas debe ser sistémico, metodológico y proactivo. Y se debe hacer desde el mayor conocimiento posible.
Una formación específica para que responsables universitarios, gestores, personal directivo y cuadros técnicos, adquieran capacitación para identificar y responder a los casos en los que se materialicen esos riesgos de fraude o conflictos de interés, además de unificar criterios y compartir experiencias. Para que la universidad no sea un ecosistema aislado.
Desde el CS nos implicamos en este aprendizaje como parte de nuestra tarea de rendición de cuentas y de supervisión de las actividades económicas de la universidad. Y de nuestro deber de ser diligentes con las nuevas competencias que nos otorga la LOSU de alejar irregularidades, incluso las excepcionales o las pequeñas. De transmitir que la ética es la mejor herramienta para comportarnos conforme a Derecho y evitar el delito; pero aspirando a algo más.
Y quiero comunicar que siento un profundo agradecimiento hacia quienes han asistido durante toda una mañana. Muchos. Se lo agradezco porque acreditan ser responsables. Porque necesitamos profesionales expertos y con formación específica, para dejar ver que en la universidad hay una altura corporativa, normas y valores. Y una reputación que defender. Sin olvidar que la ética es de las personas, no de las organizaciones.
En ese camino seguiremos.
Íbamos a informales en este pleno de los últimos datos de matrícula en la UVigo, del último lustro y del escenario que se presenta. La ausencia de Natalia Caparrini en esta sesión nos obliga a aplazarlo. Puedo adelantar a modo de resumen que la crisis demográfica conduce a una lenta pero constante bajada, pero la universidad resiste en el umbral de los 20 mil alumnos repartidos en los 113 títulos que imparte la UVigo. Con un dato llamativo. Ese curso, los 3.877 alumnos que empezaron el grado en esta universidad es la cifra más alta de los últimos siete años.
Y sin profundizar en exceso quiero darles otro dato también positivo, para que lo contemplen en su argumentario cuando hablen de nuestra universidad: la tasa de abandono de la carrera en los tres primeros años es del 17,4%, frente a la tasa autonómica que sube al 25,3%, y la nacional que se eleva hasta el 26,5%. En la documentación tienen ustedes un resumen más detallado.
Sobre el orden del día, una breve mención al punto 16 que marca el horizonte formativo de la UVigo, una declaración de intenciones que se pone en marcha a la espera de hacerlas realidad, lo que comprobaremos cuando vengan para ser sometidas a informe de este pleno, en junio.
De partida, dos nuevos dobles grados (en Ourense y en Pontevedra) y siete másteres, que ahora tendrán que superar un exigente camino de trámites y garantías. Y entre ellos, Enfermería en Pontevedra, una medida provisional hasta que se cree la Facultad de Enfermería de la UVigo, momento en que grado y master se impartirá en los tres Campus en las mismas condiciones.
Sobre la integración de las escuelas de Enfermería y las alertas que saltaron sobre el proceso a seguir, solo añadir que estamos y estaremos atentos, sobre todo a las garantías dadas por el rector sobre la impartición del título, por el momento más que suficientes.
De la CCS informo que se continúa trabajando en fortalecer y homologar el procedimiento para impulsar el desarrollo de la LOSU en los ámbitos autonómicos y en la defensa común y compartida de los objetivos de los CCSS, entendiendo que hay un amplio margen de acción.
Desde la CCS se está trabajando también en impulsar la dualización de la universidad, regulada por primera vez en España a finales de 2021, un tipo de enseñanza en la que los estudiantes cursan una parte de su educación en la universidad y otra parte en una empresa. La primera acción ha sido encargar un estudio a la Fundación Bertelsman para identificar y analizar las necesidades e intereses de las universidades, del que le daremos traslado en su momento.
Entretanto, tienen ustedes en la documentación entregada los resultados de otro interesante estudio promovido por la propia CCS y REDFUE (la Red española de fundaciones universidad-empresa) que analiza las competencias más demandadas de egresados universitarios.
Se les ha remitido también distintos cuadros y resúmenes sobre cuestiones operativas referidas al CS y a su actividad y conformación, con los que podrán tener una visión más aproximada de lo que somos, cómo somos, lo que hacemos y lo que representamos.
Finalmente, quiero mostrar un reconocimiento expreso a quienes asistieron a todos los plenos que fueron convocados en 2023: Xosé Manuel Atanes, María José Bravo, Xulio Calviño, Silvia Crespo, Emilio Fernández, Demetrio Gómez, Jesús Graña, Yolanda López, Antonio Martiño, Avelino Muleiro y Juan Manuel Vieites. Reconocimiento extensivo a todos cuantos no pudieron hacerlo por motivos insuperables que se lo impidieron.
Mi agradecimiento también a quienes asistieron a la presentación del libro de Francisco Michavila, en el edificio Redeiras de Vigo: Xulio Calviño, Mercedes Castro, Teresa Cendón, Jesús Graña, Gustavo Izquierdo, Elvira Larriba, Antonio Macho y Avelino Muleiro.
Y enhorabuena a Armando Ojea, elegido parlamentario gallego por Democracia Ourensana; y a Elena Añel, que se quedó en puertas, representando al BNG, también por Ourense.
Y termino con una breve pero imprescindible alusión al trabajo de la Comisión Económica. Su presidente acostumbra a decir que el objetivo debe orientarse a ser riguroso y amigable a la vez. Sus informes y análisis de la actividad económica de la universidad dan buena prueba de que el objetivo se cumple. Y los puntos recogidos en el orden del día nos darán de nuevo la oportunidad de comprobarlo, en un ejercicio leal y transparente, en el que las preocupaciones no se ocultan, los problemas no se esconden y los logros se reconocen. A todo ello debo añadir también la receptividad y disponibilidad del equipo económico, con la Gerencia por delante, ante todas las peticiones y sugerencias que se plantean desde el Consello Social.
Quiero decirle a José Manuel Vieites y a los miembros de la Comisión que, rigurosos y amigables, sí; pero más tranquilos todos, también.