Volvemos al Campus de Ourense dos años después, a un edificio creado para ser centro de referencia en investigaciones relacionadas con el agua, que agrupa recursos y capacidades para desarrollar proyectos de investigación singulares, posibilitando un mayor desarrollo docente y científico que facilite la mejora de la competitividad de la industria local. Hoy acoge once laboratorios en los que diversos grupos de investigación desarrollan sus proyectos científicos. Es un ejemplo de la fortaleza y la capacidad nutricia de la institución por buscar futuros.
Agradezco al vicerrector del Campus, Javier Rodríguez Rajo, la acogida, y le ofrezco el apoyo y la disposición del Consello Social para acompañarle en sus tareas.
Bien, abrimos una sesión marcadamente económica, pero en la que quiero hacer dos apuntes previos.
El primero referido a la presentación del informe que nos explica los indicadores de salud del órgano más vital de la UVigo: el alumnado. La vicerrectora Natalia Caparrini, a la que agradezco el documentado, pormenorizado -y hasta optimista- estudio que ha elaborado. Creo que las conclusiones -siendo consciente de que el porvenir no está tan despejado- son alentadoras, porque los datos son buenos, y algunos en concreto habrá que empezar a verlos como buenos. Y lo digo porque se que el equipo de gobierno está haciendo importantes esfuerzos en la internacionalización y en la captación de alumnado exterior. Pero hay que reivindicar también la importancia de una universidad en la que el 91% de sus estudiantes proceden del territorio propio, que confían en ella y en los conocimientos que proporciona. Me parece muy meritorio, en tiempos en los que la globalidad se presenta con su abanico inmenso de alternativas.
La segunda cuestión de interés se refiere al recurso presentado por Juan José Santamaria, por darnos la oportunidad de ejercitar un artículo que hasta ahora no había sido necesario en la historia de este CS. Al requerir tanto tiempo y esfuerzo su elaboración, trato de verlo como un ejercicio de generosidad y de confirmación de la transparencia y las buenas intenciones en las que se mueve siempre nuestra acción. Ese será el aprovechamiento que obtendremos. No digo yo que no sea bueno, en alguna ocasión, ir más allá de los beneficios de dirimir y resolver las discrepancias o las simples dudas con una simple conversación, y entrar en el terreno litigioso. Pero tampoco puedo afirmar que esta fórmula reporte mejores soluciones ni avances más rápidos. Y a la vista está que ahí nos defendemos peor todos.
Sobre el tema económico no voy a extenderme mucho ni entrar en detalles, en beneficio de la intervención que hará Juan Manuel Vieites. Quiero dejar constancia del trabajo de la Comisión que preside, en la que se analizaron los documentos que hoy llegan a este pleno. Se pidieron explicaciones sobre varios puntos, se hicieron observaciones, correcciones, alegaciones y recomendaciones. Y algunas propuestas de modificación en las Normas de ejecución que fueron atendidas por la Gerencia y llegan hoy corregidas.
Las universidades viven tiempos sombríos. No recuerdo haberlas visto tan frágiles. La suficiencia financiera es una seria amenaza. Es bien conocida la situación de precariedad de las universidades públicas madrileñas, en riesgo de colapso en algún caso. La situación es crítica. Pero el velo se extiende: en Málaga ya no hay dinero para recibir a profesores invitados y las fotocopias están limitadas, mientras ha tenido que recibir un préstamo de la Junta “para poder seguir cumpliendo su función”. Hasta en Galicia leíamos recientemente que la UDC vende edificios para reducir el déficit.
Aunque hay que decir también que la Xunta confía en hacer que Galicia sea la primera comunidad en aportar el 1% del PIB a la universidad, son momentos de ser muy cuidadosos y prudentes con la gestión financiera. La UVigo sabe que nos tiene siempre de su lado, y esa lealtad trataremos de mantenerla desde el espíritu crítico y el ejercicio práctico de nuestras competencias, porque ser de utilidad creo que es una condición indispensable de la lealtad responsable.
Hay otros asuntos sobre los que, en las últimas reuniones, hemos pedido datos tanto al Rector como a la gerente. A algunas, a la mayor parte, se dará respuesta en esta sesión, y las demás pasarán al apartado de asuntos pendientes para próximas convocatorias. Cito solo la relacionada con la situación de Enfermería, por ser un compromiso adquirido con el Rector para cada reunión de este pleno.
Y termino con otros asuntos que merecen una mención, a mi entender, por su relevancia:
- La excelente calificación que otorga la Fundación Haz con el sello de Transparencia 2024 en la categoría de tres estrellas, el máximo posible que concede la Fundación. La UVigo se sitúa de nuevo entre las más transparentes de España. Cumple 30 indicadores y uno parcialmente, obteniendo 62 puntos de los 62 posibles. Merece la pena que vean el informe enviado en el punto 2.
- Respecto de la elaboración de los nuevos Estatutos de la UVigo, estuvo sobre la mesa una propuesta de reducir la representación del CS de tres a dos miembros en el Consello de Goberno. Teniendo en cuenta que los actuales Estatutos y lo habitual en los Consejos sociales es que la representación sea de tres miembros, parece lógico mantener la actual representación. Máxime cuando la LOSU fija un mínimo para estudiantado y PTGAS, y no parecería lógico que el CS tuviera una representación porcentualmente inferior. Apelamos a la coherencia del equipo redactor. Y agradezco aquí a Jesús Graña su implicación en esta comisión.
- Entre las noticias conocidas quiero destacar dos que reflejan el pulso de una universidad con brújula, y leo los titulares: “La UVigo lidera el I+D español en ciencia alimentaria y oceanografía”, y “Galicia y Argentina firman un acuerdo para que sus universidades puedan impartir títulos compartido”.
- Y sobre la CCS sólo apuntar que la mayoría de los consejos están centrados en el desarrollo autonómico de la LOSU, y que ha aprobado unos nuevos estatutos, con marcada orientación a fortalecer la proyección internacional de la Conferencia y consolidar su vínculo estratégico con el sector productivo.
Y finalmente damos la bienvenida a Estela Lima, estudiante del grado de Enxeñaría Química Industrial, activa representante estudiantil en varios órganos de la UVigo, de la escuela y en asociaciones de alumnos. Viguesa, por más señas. Sustituye a Manuel Diz Folgar, al que agradecemos sus aportaciones.