Discursos del presidente

Informe oral del presidente al Pleno del viernes 30 de mayo de 2025

2025-06-03T17:02:41+00:003 de junio de 2025|Discursos del presidente|

Dado el contenido marcadamente económico del próximo pleno, hemos creído conveniente solicitar una visión panorámica actual y el horizonte de la oferta académica de la UVigo, y en entrar a conocer toda la formación propia que ofrece.

En un escenario de cambio normativo sustancial y constante a nivel nacional, que se acentuará con el próximo decreto regulador que elabore la Xunta de Galicia, las universidades deberán revisar sus procedimientos y expectativas, prepararse, tomar decisiones y acertar. Esperar ya no es una opción. 

Y por si la incertidumbre fuese poca, arrecia con especial intensidad una tormenta de declaraciones e intenciones que amenaza con romper el sistema universitario en Galicia. Cuando estábamos instalados en que el enemigo estaba fuera, en apenas unos días también asoma dentro. Hemos asistido con asombro a noticias sobre más universidades privadas, nuevos títulos que proponen y nos preocupaban, pero que se han incrementado y se ponen ya en lista de espera. Y como colofón, el inesperado giro de la UDC anunciando de modo unilateral su intención de implantar Medicina. 

Todo está ocurriendo a una velocidad que hace más necesario este pleno, -y seguro que algunos más- para asumir y analizar la transcendencia de los cambios que se avecinan y el riesgo que comportan por la velocidad a la que se están produciendo.

En estas circunstancias, la presencia del vicerrector Alfonso Lago, al que agradezco que nos acompañe hoy, y haya preparado un valioso y documentado informe para explicarnos dónde estamos, cobra un imprevisto valor añadido. Le habíamos convocado para que nos anticipase las intenciones de la UVigo a medio plazo, después de ver recientemente en un medio informativo que apuntaba la necesidad de “abrir un análisis interno en la UVigo porque está en plena modernización de su oferta académica”. Reitero que hoy el escenario es otro. Pero comenzar por saber dónde estamos es más oportuno que nunca.

Nuevos títulos, que conoceremos hoy; los dobles grados, con alta demanda y elevado nivel académico; las microcredenciales, microcursos para profesionales; los títulos con mención dual, que dan a las empresas un papel activo dentro de la enseñanza. Estas y otras alternativas transformarán la universidad actual y su papel e influencia social. Y como Consello Social necesitamos tener referencias, previsiones de la polidocencia, sus modalidades y sus impactos. Para reforzar el papel de la universidad en su entorno social y el fortalecimiento de la formación a lo largo de la vida, como pide la LOSU.

Con mayor motivo y exigencia, dados los últimos pronunciamientos, cuando se abra el nuevo mapa de titulaciones, la UVigo deberá acudir a la mesa de negociación con sus ideas y propuestas debatidas, con propuestas de títulos competitivos, y de futuro. Y desde el CS debemos comprometernos con sugerencias y acciones de mejora. Ya era una obligación, pero ahora es también una urgencia. Debemos recobrar el sentido y la razón.

Junto a los títulos oficiales, tendrán un papel también relevante nuevas modalidades formativas que conecten el aprendizaje con las necesidades del entorno laboral, con el progreso profesional, que aporten nuevas competencias y que faciliten el emprendimiento. Ese es el propósito en el que se mueve el Centro de posgrao e formación permanente, que pasa a cobrar un protagonismo fundamental. También aquí el vicerrector Alfonso Lago, al que reitero mi agradecimiento, nos ayudará a entender lo que está pasando y lo que está pensando la universidad.

Para acercarnos al cambio de paradigma que afronta la universidad española, hay que introducir en la visión de conjunto el caso de las universidades privadas. En el curso 23/24 se impartieron titulaciones oficiales en 91 universidades, 50 públicas y 41 privadas. Desde 1988 no se abre una universidad pública en España, y se han inaugurado 26 privadas. 

Pronto serán más las privadas que las pública, y esa realidad debe contemplarse porque condicionará en gran medida el escenario y las decisiones. Galicia ya tampoco es ajena. La UIE recibió a sus primeros alumnos en el curso 22-23, y ahora está en pleno proceso de ampliar titulaciones que generan tensiones en el sistema (una de ellas reflejada en el punto 4, otra anunciada posteriormente sobre Enfermería, y antes Psicología). 

Una segunda iniciativa privada está en marcha con el grupo empresarial educativo Cesuga, que acaba de presentar el proyecto para crear la universidad privada Emilia Pardo Bazán, ante la oposición del Claustro de la UDC que ha pedido que se paralice.

La prueba de que lo que está pasando no es un tema menor y que precisa nueva regulación se refleja en la decisión del Gobierno de endurecer los requisitos para poner control a la proliferación de centros privadas, para exigir la calidad que se considera insuficiente en algunos casos. Sobre la mayor exigencia para crear nuevos centros universitarios se ha pronunciado la Conferencia de Consejos Sociales, con un documento del que disponen en punto 2, donde se señala que algunos obstáculos son injustificados y pueden tener “consecuencias indeseadas” sobre la diversificación del sistema universitario. Si tienen interés en este tema, les recomiendo su lectura.

En el borrador del nuevo Real Decreto, revisado en el Consejo de universidades el pasado día 12, fueron tenidas en cuenta algunas alegaciones de la Conferencia.

Volviendo atrás, y respecto al punto 4 del Orden del día, agradezco las aportaciones realizadas por miembros del CS, de modo singular la amplia y documentada reflexión de Juan José Santamaría, quien, por cierto, solicitó en el anterior pleno, información sobre la contratación colectiva en curso. A este respecto le agradecería concretase y acotase un poco su petición para poder hacerla efectiva y dar traslado a la Gerencia.

Y ya en relación con su recurrente envío de escritos sobre Cidade Universitaria y mi pertenencia al Consello de administración, le agradecería que reflexionase y ponderase su exigencia. No daré curso a esa pretensión. El Consello Social mantendrá su atención en los cometidos, competencias y afanes de utilidad a la universidad, no en disquisiciones jurídicas de discutible valor para la actividad universitaria.   Señor Santamaría, abandone, por favor esa intención en los términos en los que lo está planteando, porque es empeño de discutible beneficio social. Para el CS sería muy útil que pusiera sus valiosos conocimientos y sus meritorios esfuerzos al servicio de objetivos que compartimos todos: los títulos, los estudiantes, las empresas, el empleo, los exalumnos, la transferencia, la gestión…. Ahí podremos encontrarnos todos. No todas las competencias del CS merecen la misma atención, y no todos los miembros del CS tenemos la misma visión. Por eso creo que los presidentes debemos tener la capacidad y la libertad de elegir los caminos. Y a la vista de los últimos acontecimientos en el campo de la educación superior, elegir las prioridades será una decisión clave. Porque los CS también se juegan mucho en una situación de alerta a la que deben entregar sus mayores y mejores esfuerzos.

En esa dirección cuente usted con mi mayor receptividad y agradecimiento.

Quiero dejar constancia del agradecimiento al ya exvicerrector José Cidrás, por su colaboración con este CS. Y consecuentemente, transmitirle los mejores deseos a su sustituto -el profesor Félix Quintero- al frente del área de Planificación e Sostenibilidade.

Me parece importante mencionar las cifras récord de ingresos que captó la UVigo en 2024 por proyectos de investigación y  y de transferencia de conocimiento. Casi 50 millones de euros. Lo destaco porque creo que la universidad mejorará su desempeño y su fortaleza impulsando la investigación, captando recursos externos e implicando al alumnado. Avanzar en esa cultura propiciará equipos investigadores más potentes y una formación más orientada a resolver problemas y posibilitar oportunidades para la sociedad.

Por último, agradezco al Reitor su elogio al trabajo que desarrolla el Consello Social en el área económica, tal y como hizo constar públicamente en el Consello de Goberno del pasado mes de abril, admitiendo que “a veces detectan y profundizan en problemas que al final nos ayudan a mejorar”.

En esa misma sesión, el Rector manifestó su deseo de que los miembros del Consello Social visiten y conozcan los centros de investigación de la UVigo.  Está en nuestro ánimo, Reitor. El próximo pleno esperamos poder reunirlo en Toralla, en la Estación de Ciencias Mariñas.