Les agradezco su asistencia y debo añadir el agradecimiento especial a Loli Ojea, jefa del servicio de Contabilidad, que vuelve al Consello Social después de una única presencia hace ya muchos años. Hoy es un día especial para ella porque todos tenemos un día al año para recibir felicitaciones, a la que sumamos la nuestra y lo que hace que sea aún mayor el agradecimiento por aceptar acudir para explicar al pleno determinados puntos del orden del día.
Para celebrar este pleno hemos elegido esta sala, y no por casualidad. Es una elección cargada de simbolismo para dar un adiós…. Una metáfora continuada de la honestidad, la generosidad y el ejemplo de una vida entregada a hacer posible lo difícil y factible lo improbable. Porque así era Manolo Ramos, cuya inesperada ausencia tanto nos ha dolido.
Y en ese dolor quiero transmitir el mayor afecto, admiración y solidaridad al Rector y al equipo de gobierno. Por su sensibilidad y su resistencia. Por su sufrimiento y su dignidad. Por su tristeza tan visible. Tan serena. Tan honda. Tan contagiosa. Por los días tan duros que han pasado. Y también por haberle dado el nombre a esta sala, que nos permite este acto de reposición.
Manolo Ramos era un asiduo de este Consello Social, al que tantas veces invitábamos como síntoma de su gran influencia en la actividad universitaria. Y al que siempre acudía documentado y sencillo como reflejo de su discreta, pero enorme capacidad.
La memoria de Manolo Ramos será larga en la Universidad de Vigo. Por eso no queremos dedicarle solamente un minuto a recordarle. Queremos dedicarle como mínimo todos los minutos de este pleno. Y le seguiremos teniendo presente en tantos futuros minutos en los que su ejemplo de conciliación, entendimiento y eficacia nos será de gran utilidad a todos. Ahí estará siempre presente el recuerdo de Manolo Ramos, sin que ni siquiera tengamos que pretenderlo.
Gracias a quienes nos hicisteis llegar al Consello Social vuestras condolencias que hemos trasladado a su familia. Y quede constancia de la gratitud y el respeto que deja en nuestra memoria, por su constante ejercicio de disponibilidad, rigor y tolerancia. Y por haber transitado por la vida -siempre- en la parte de los generosos.
El poeta ourensano José Angel Valente dejó escrito en una de las plazas de su ciudad un poderoso verso que dice: “Marchar, soamente foi o xeito de ficar para sempre”. Manolo Ramos hubiera sido parte de nuestra existencia en una etapa profesional o más o menos larga. Pero con su muerte estará presente en nuestras vidas para siempre.
Descanse en paz.
Debo ahora una disculpa a Manuel Reigosa por no haber abierto esta intervención con lo que en otras circunstancias hubiese sido la obligada y justa felicitación por su reelección como Rector, con un importante refrendo electoral. A ti, Rector, y a tu equipo, al que también extiendo la felicitación, los mejores deseos y aciertos en este nuevo ciclo, en el que estoy seguro que dispondréis y aprovechareis las capacidades, las competencias y las posibilidades de las que dispone este Consello Social al servicio de una universidad capaz de llevar hacia el futuro al territorio, a las personas, atender sus necesidades y anticiparse a los tiempos. En esa dirección encontrarás siempre nuestra disponibilidad y nuestro apoyo.
Aprovecho este contexto para felicitar al gobierno universitario por haber cerrado un año record para la UVigo en el número de proyectos de investigación desarrollados, un máximo histórico que también estuvo a punto de darse en la captación de recursos que alcanzaron los 17,4 millones de euros, a apenas 400 mil euros del máximo alcanzado en 2020.
Y sin detenerme mucho, quiero citar solamente otro dato que me parece relevante, como es el hecho de que siete de cada diez titulados de esta universidad recomendarían sus estudios un año después de haberlos finalizado. Creo que merece una reflexión optimista.
Un breve apunte también sobre la importancia de este pleno (que por cierto hace el número 144 de este Consello Social y el 63 de los que tengo el honor de presidir). A mayores de los puntos económicos cuya importancia es evidente, quiero hacer mención a las iniciativas pensadas para alumnos (en los puntos 17 a 19), y una que valoro especialmente (en el punto 21) que está dirigida a un colectivo de extraordinaria importancia para nosotros, como son los exalumnos, en cuya localización y acercamiento nos hemos volcado durante los últimos años, y ahora vemos que el esfuerzo empieza a enseñar sus primeros brotes verdes. Y quiero señalar en esta labor el activo papel que tiene la vicerrectora Natalia Caparrini, al igual que el profesor Luis Espada y Víctor Cacharrón anteriormente.
El anteproyecto de la Ley orgánica del sistema universitaria, la LOSU, no es asunto sobre el que hayamos hablado mucho hasta ahora, básicamente por su provisionalidad. Ahora que acaba de ser aprobado en Consejo de Ministros y remitido al Congreso, solamente diré que está abierto un importante debate, también en el seno de la Conferencia de Consejos Sociales de España, que seguro será bueno para la universidad en su conjunto, porque la obliga a ponerse al día en este cambio de época, a contrastar lo que pensamos, confrontar experiencias, incorporar avances, repensar escenarios, renovar y actualizar objetivos, y ensayar nuevas vías. Es cierto que hay detectados descontentos, recelos y críticas. Pero parece lo normal cuando algo cambia y cambia tanto. El camino no será fácil, pero habrá que convenir en la necesidad de recorrerlo, entre otras razones, para frenar la precariedad, la temporalidad y la inestabilidad laboral de los profesores; abrir puertas a los estudiantes extranjeros y a la internacionalización; acercar la investigación a los ciudadanos; implantar una financiación mínima; incrementar los derechos de los alumnos; modificar el modo de elegir al rector; fomentar y facilitar la formación continua a cualquier edad, en cualquier situación, y en nuevos formatos, incluso a quienes no tengan Bachillerato. A la vista está que el debate es tan necesario como inaplazable. Ya más adelante veremos cuál será el papel de los Consejos Sociales. Ahora lo importante es que la universidad se sitúe allí donde los nuevos escenarios sociales y democráticas la necesitan. Toca cambio. Entrar de lleno a propiciarlo. Y aplazar intereses más concretos.
Y termino con dos menciones personales.
A Raquel María Souto García, que ha puesto fin a su etapa como gerente de la UVigo durante los cuatro últimos años, y a la que agradecemos su participación, implicación y aportaciones al Consello Social.
Y a José Manuel Vieites, a quien el presidente de la Xunta le entregó la medalla de honor de ANFACO, como colofón a 31 fructíferos años como presidente de la patronal conservera, y al que Vivir Galicia le ha concedido el galardón Galego do ano, por sus logros y su capacidad de diálogo al frente de la Confederación de empresarios gallegos. Nuestras felicitaciones.
Antes de terminar les adelanto que el próximo pleno será a finales de julio, en fecha aún por decidir pero que será bien el 28 o bien el 29.
Muchas gracias. Tiene la palabra el Rector.