Actos del presidente

Ernesto Pedrosa Silva: “La universidad no debe ser ajena a los grandes problemas que se ciernen sobre el mundo globalizado»

2016-02-18T09:58:50+00:0018 de febrero de 2016|Actos del presidente, Discursos del presidente|

Discurso del presidente del Consello Social, Ernesto Pedrosa, en el acto de inauguración de las Jornadas sobre Cambio Climático, celebradas en Ourense el día 17 de febrero.

XORNADAS CAMBIO CLIMÁTICO
Ernesto Pedrosa

Señor alcalde de Ourense, vicerreitor del Campus….a todos ustedes….buenos días. Doctor Juan Antonio Añel, buenos días, y gracias, que le pido haga extensivas a quienes han hecho y harán posible este ciclo de conferencias durante los próximos meses, en el que abordarán un tan crucial como es cambiar un comportamiento planetario que entraña cambios de dimensiones dramáticas en las formas de producción, en los transportes, en los hogares y en la vida cotidiana. Se nos llama a actuar, a sensibilizarnos con los acuerdos de la COP 21, para evitar una catástrofe ecológica mundial a finales de este siglo. Objetivo de enorme complejidad, porque si las consecuencias de que la temperatura media de la Tierra aumente dos grados son un riesgo impredecible, las consecuencias del freno al uso de combustibles fósiles tóxicos tampoco son menores para las sociedades residentes en los países en desarrollo.

Que debates de tanta transcendencia estén sustentados en la indudable autoridad del mundo universitario, les confiere un valor inestimable, porque solo así es posible construir conocimiento nuevo y experiencias abiertas. Son actos en los que todos somos alumnos de una causa colectiva, de un bien común y de un mundo mejor. Actos en los que se trabaja sobre el mundo real para entender lo que ocurre, en los que se introduce conocimiento y cerebros para obtener el beneficio de vivir lejos de las amenazas.

Por tanto, aquí se va a fraguar una contribución generosa y de extraordinario valor, que coloca a la Universidad –a excepción hecha de sus obligaciones- en la más alta de sus responsabilidades y prestaciones: la búsqueda constante de formación plena; en la generación de ideas, soluciones y valores nuevos, responsabilidad social, capacidad crítica, potencia de pensamiento y profesionales competentes y resolutivos. Que se atrevan a saber, como decía Horacio.

La universidad hace bien cuando interviene en los procesos educativos abiertos fuera de las aulas y cuando supera las edades estudiantiles convencionales. En actos como este es posible debatir, descubrir, compartir, aplicar, comunicar, aprender, intercambiar, reflexionar y forjar cultura de vida. Pero además, por si esto no fuera suficiente, fortalecen la cohesión social, la identidad colectiva y las dinámicas positivas.

Y desde la sociedad queremos estar atentos y estimular estas aportaciones porque el sistema universitario público ha sido clave en momentos críticos y en los cambios de época, y volverá a serlo. Debe volver a serlo. No es solo por el empleo, no es solo por la economía, es también –y sobre todo- por el valor social del conocimiento, donde las universidades tienen ahora el mayor reto para influir en el modelo de mundo que está por llegar, porque toda evolución y avance social se debe al conocimiento, justamente lo que las universidades forjan sin distinción como una gran factoría de esperanzas y soluciones. Una factoría abierta, innovadora y crítica.

Por todo ello les confieso que me complace y me enorgullece estar en este acto. Primero, porque otorga máxima importancia y confianza a las personas, a sus conocimientos y a sus bondades, y porque abre el debate y nos aproxima a zonas poco transitadas pero muy necesarias para convivir. En segundo lugar, porque una simple lectura del programa refleja que dolencias sociales de estos tiempos están bien identificadas, y que serán tratadas desde posiciones de reconocido prestigio y perspectiva polifacética. Y finalmente, me enorgullece también porque revela una determinación decidida por salir de las sombras cuanto antes, y porque afronta con determinación la búsqueda de alternativas responsables y avances compartidos en terrenos muy necesitados de luz.

Estamos ante un nuevo escenario histórico, en el que la universidad ha de asumir su liderazgo y ha de redefinir un nuevo modo de relacionarse con su entorno. En esa línea, actos como este son extraordinariamente valiosos. En los que la investigación y la transferencia que nace en la universidad convierta a la institución en agente de innovación, de producción y de sostenibilidad…pero sin olvidar nunca la labor de cohesión social que también corresponde a la educación superior; para evitar desigualdades en la vertiginosa sociedad del conocimiento; para dar respuesta a problemas reales; para crear espacios para la reflexión y la creatividad en una sociedad justa y de progreso; para la mejor comprensión del complejo mundo que habitamos; y para crear escenarios nuevos y desterrar prácticas democráticamente insalubres.

Pero hay más beneficios que ustedes nos proporcionan con este programa de visibilidad que saca al campo a una buena parte de los más brillantes investigadores de la UVigo. Este es una factor que me merece especial atención, porque para el Consello Social que presido es prioritario contribuir a fortalecer y crear una base ancha de opinión pública interesada por la universidad, porque ese es el mecanismo que hace posible la cohesión y la integración de sociedades y grupos, y configura la sociedad misma.

Debemos aprovechar que los medios de comunicación muestren día a día un creciente interés por los hallazgos científicos. Y la sociedad participa de ese interés. Los investigadores se han convertido para los medios en la referencia más visible y más buscada y más noticiable de las universidades. Y su actitud y respuesta marcará de forma importante la credibilidady el aprecio que recibirá la universidad a medio plazo. Y eso será así no solo por cuál sea su mensaje, sino –y sobre todo- por como cale en la sociedad

Bien, pues desde el Consello Social de la Universidad de Vigo hace ya tiempo que confiamos en los investigadores que ahora, además, son la piedra angular del acercamiento entre universidad y sociedad. Ustedes podrán conseguir que la sociedad tenga una buena impresión de las universidades; pero también facilitarán la aproximación de los empresarios, la receptividad de los poderes públicos y la incorporación de nuevos valores a las relaciones humanas, entre los que la sostenibilidad del planeta toma especial urgencia.

Soy de los que confían en la universidad como fábrica de soluciones. Provengo de esa parte de la sociedad que otorga singular importancia en la misión de las universidades a la formación de ciudadanos con espíritu crítico, instruidos, solidarios, libres y comprometidos. También en la organización de foros que estimulen y faciliten el debate, la reflexión, el análisis y el aprendizaje para saber vivir juntos. Por eso añadimos esfuerzos a la creación de espacios de encuentro que lo hagan posible, como el que nos reúne hoy aquí.

La universidad no debe ser ajena a los grandes problemas que se ciernen sobre el mundo globalizado al que viajamos más deprisa de lo que nuestra capacidad de aportar soluciones aconseja. La universidad no puede dar la espalda a los grandes riesgos que se nos presentan, ni a las enormes simas morales que se abren ante nosotros. La universidad no puede asistir impasible a las dificultades, y está obligada, como mínimo, a no callar ante las agresiones de cualquier tipo que amenacen la convivencia, la esperanza o el futuro, bien desde el ámbito técnico, económico o medioambiental; en cualquier lugar que se produzcan.

Y termino. Sepan ustedes que mucho más lejos del reconocimiento que le debemos, va aún nuestra esperanza en sus aportaciones, porque ustedes con sus aportaciones señalan nuestros afanes y fecundizan nuestras actitudes.

Muchas gracias.