Actos del presidente

Intervención de Ernesto Pedrosa en la inaguración de las XII Xornadas de Sociedade e Dereito en el Campus de Ourense

2018-10-19T19:14:38+00:0031 de marzo de 2016|Actos del presidente, Discursos del presidente|

XII Xornadas SOCIEDADE E DEREITO. Muller, política e igualdade
ERNESTO PEDROSA.

Buenas tardes
Abro con declarado orgullo estas décimosegundas Xornadas Sociedade e Dereito. Un buen ejemplo de compromiso con una formación de calidad, que enriquece a los estudiantes y mejora a la sociedad, porque determina su futuro en buena medida y vertebra valores para la convivencia.
Al profesor José Agustín González Ares le corresponde el mérito de construir esta cita sobre sobre dos pilares tan imprescindibles e insustituibles para sostener el sistema como son el derecho y la sociedad, dos conceptos que convenientemente desarrollados, proporcionan a la convivencia sus mayores cotas de altura moral. Porque a través de encuentros como este, la educación se convierte en una tarea social, y en un principio activo para la mejora de la calidad democrática. Y porque un sistema educativo eficiente, necesariamente contiene como esencia la eliminación de cualquier indicio de desigualdad, desde el momento en que fragüa la posibilidad de debatir, construir, compartir, sumar, avanzar, liderar saber, mostrar caminos y forjar convicciones.
Hoy está asumido que el aprendizaje no termina en el sistema educativo reglado; se proyecta a lo largo de toda la vida, a través de iniciativas como esta, en la que todos somos alumnos. En los que no se buscan caminos hacia la educación, sino que la educación misma es el camino. Aquí se complementan los modelos educativos de la educación superior, se amplían horizontes y se fraguan profesionales competentes…pero también ciudadanos responsables, instruidos, capaces, solidarios, libres y comprometidos. Y en ellos, y con ellos, (es decir, con todos ustedes) la sociedad reconocerá mejor a su Universidad y le otorgará la confianza y el apoyo que tanto necesita. Así que es en estos escenarios en los que queremos encontrar a la universidad, en caminos tan acertados como el que hoy nos reúne aquí, para que sea percibida como una marca útil y generadora de valor, capaz también de proporcionar calidad de vida, mejores conductas, oxígeno moral y referencias sanas a la sociedad.
También porque se hace necesario generar y extender el sentimiento de que el sistema educativo recompensa de manera transparente y equitativa, y contribuye a mejorar y fortalecer las aspiraciones sociales.
Son actos estos sustentados en la indudable autoridad del mundo universitario a la hora de convocar y de formar, en los que se construye conocimiento nuevo, saberes que no se pueden estudiar en las aulas, formación que nos hará mejores a todos y nuevas prácticas que –si ya de por sí son valiosas- en los campos en los que estudian o trabajan ustedes se transforman en avances inestimables para la dignidad del ser humano.
Estas Jornadas han enfocado en cada edición una problemática distinta y de gran incidencia social. En esta edición entran en una polémica madura “Muller, política e igualdade”, debate complejo, multiforme y profundo. Si ustedes buscan los organismos oficiales relacionados con la mujer o la igualdad, no encontrarán precisamente pocos, por lo que se podría percibir que el afán y los resultados no guardan correspondencia. Y eso pone mayores esperanzas en Jornadas como esta, porque las coordenadas que se aportan y el magisterio de la treintena de relatores y ponentes que participan, nos sitúan ante un reto académico que será beneficioso para ustedes que están aquí, pero también para la sociedad en su conjunto, porque el conocimiento y el aprendizaje siempre son fructíferos y contagiosos si se comparten, y porque -al igual que los valores- una vez compartidos se proyectan y se extienden a la sociedad en su conjunto. Y de nuevo insisto en que muchos problemas sociales como los tratados en esta jornada serán más fácilmente vencidos con la educación.
Con estas Xornadas, el profesor González Ares entronca con el más generoso espíritu universitario, que hace casi un siglo proclamaba el entonces llamado Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes, al instar a la universidad a “mantener una relación íntima con el alumno a fin de irle poniendo en contacto con cuestiones vivas y reales”, al tiempo que recomendaba cultivar la idea del “tutor universitario al frente de un grupo de alumnos con los que coopera cotidianamente para vencer obstáculos y habituarlos a la resolución de problemas”.

Y esta Facultad da pruebas abundantes de esta vitalidad. No puede ser casual, por tanto, que en un reciente Estudio sobre la percepción laboral de los estudiantes de la UVigo, encargado por el Consello Social, se concluya que los profesores en las titulaciones de Ciencias Jurídicas estén entre los mejor valorados por los alumnos, o que el 90% de los estudiantes de Derecho terminen el Grado en los cuatro años de carrera.
Tampoco sería entonces extraño que estos estudiantes estén entre los que más valoran el conocimiento que han adquirido, a la hora de buscar empleo; hasta tal punto que un 72% son optimistas sobre la facilidad con la que encontrarán trabajo cuando lo busquen.
Un último dato que me parece significativo, y termino, es que los estudiantes de esta Facultad destacan también por estar entre los más jóvenes de todas las titulaciones de la UVigo. Inmejorable campo, por tanto, para que con labores como esta, la cosecha que salga de esta siembra sea propicia. Enhorabuena a los organizadores, reconocimiento a los ponentes y participantes, felicitaciones a la universidad y gracias a ustedes por asistir y ensanchar nuestros horizontes humanos.

Abril, 2016